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| High St. / © Copyright Colin Smith |
He tenido algunos problemas profesionales que me han obligado a tener que invertir mucho tiempo en solucionarlos. Desde el miércoles hasta el viernes estuve pringado en reuniones, papeleos, trámites e historias. Ahora ya está todo encarrilado y camino, espero, de una solución efectiva. Contaría más, pero he decidido no envenenarme a mí mismo con esto. Sólo quiero que pasen los días y se quede atrás. Quiero aprender algo de lo que ha pasado y tratarlo en positivo, sea cual sea el prisma que deba aplicar. "Siéntate a esperar y verás el cadáver de tu enemigo pasar". Así que he cogido mi cojín y mi paciencia, y mis más sucios pensamientos.
Por lo demás, he perdido tres días de trabajo completamente porque no he podido hacer nada. El viernes noche pude comunicarme con mi dirección de tesis y repasamos el capítulo 2 y el índice de la tesis. Me dio bastante indicaciones, más que acertadas, para mejorarlo. Una de ellas es la necesidad de reducirlo y de simplificar la redacción. Dice que tiendo a ser más literario que académico (es verdad) y que debo buscar modelos anglosajones de tesis pues son muy efectivos escribiendo. Sobre el índice, también me dio pistas de cómo completarlo y mejorarlo. Así que sobre la mesa tengo el capítulo 2 con muuuuuuuuucho lápiz y recomendaciones. No me molesta en absoluto. Mi dirección sabe mucho y la respeto por ello. Estoy en este punto en el que se encuentran todos los doctorandos en el que ya sé mucho más de mi tema que mi dirección y a veces le discuto cosas. También estamos en este punto de la tesis en el que mi dirección ya no me da órdenes sino que me hace recomendaciones "para que lo valores". Aún así, suele tener mucha razón, así que no tengo problema en cambiar las cosas.
Estoy muy agradecido a mi dirección por su esfuerzo, por su tiempo, por su apoyo y por todo lo que he aprendido. Es muy muy exigente, pero no lo entendería de otro modo. ¿De qué serviría llegar al final si no me ha capacitado como investigador y científico?
Los compañeros españoles y yo hemos decidido que iremos a ver la película final de la saga Harry Potter a nuestro cine favorito de Aberdeen, en inglés. Será toda una experiencia.
Me he adaptado mucho a esta ciudad. Leí el otro día en el periódico que es la segunda ciudad más cara para vivir en Reino Unido, después de Londres. Creo que tiene que ver con el descubrimiento en los años 70 del petroleo del Mar del Norte y todo eso. Que era caro... algo había notado, sí. Me gusta el clima y me gustan los paisajes. Creo que podría adaptarme a vivir una larga temporada aquí.
Queda un mes y medio para el final... voy a trabajar a tope!!!
Mecachis... voy a mullir el cojín.
PD: Muchas gracias, L., por tus palabras. Y gracias Ana María por comentar y animarme. ^_^
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