martes, 2 de agosto de 2011

Candleland

Margaritas tomando el sol en Balmoral.
Bueno, ya estoy de lleno en el capítulo 4 (método). En realidad ya estaba escrito así que sólo tengo que completar un par de cuestiones y pulir otro par de cosas. Pero como soy bastante perfeccionista y no dejo de ver cosas, sigo trabajando en él. Ya ha aumentado hasta 50 páginas y creo que aumentará aún un poco más. Veremos.

Estos días no he escrito mucho en el blog. La semana pasada fue muy productiva pero también muy larga y no descansé apenas. La verdad es que llevo un ritmo de trabajo frenético y me ha pasado factura.

El sábado me encontraba muy cansado, pero el domingo por la tarde empecé a encontrarme mal, realmente mal. Estaba en el despacho de la Universidad, trabajando, y de repente me empezó a faltar el aire y mi corazón empezó a palpitar muy fuerte arrítmicamente. Mi compañero estaba en la ventana y estábamos charlando. Le tuve que pedir que me dejara acercarme a la ventana y respirar aire fresco. Aún así no se terminaba de pasar la sensación. Eran las 17.30 h y llevaba allí desde las 9. Recogí todo y me fui a casa y me metí en la cama directamente. Sólo quería dormir porque estaba realmente cansado y porque quería dejar de sentir por un ratito. Me dormí en seguida. Me desperté de nuevo a las 21.30 h. Salí de la cama sólo para comer algo. En media hora más volví a la cama a seguir durmiendo... y hasta el día siguiente.
Seaton Park

Ayer lunes me levanté a las 8.00 h y estuve haciendo cosas en la casa. Llevé ropa a lavar y limpié un poco. Después volví a ir al despacho, pero el cansancio no se me había ido y volví a terminar agotado. Decidí que hoy no saldría de casa y trabajaría aquí, para poder dormir después de comer. Y así lo he hecho. No tenía ganas de ver a nadie, ni de hablar con nadie. Sólo quería estar solo y descansar.

Me ha ido bien, pero empiezo a estar muy muy cansado. En realidad lo entiendo. Estoy al final de un curso con mucho trabajo, bastante ansiedad, días largos, semanas largas... Y para cerrarlo... tres meses de 10 a 12 horas de trabajo diarias. No sé. No suena la mejor idea del mundo, a priori.

De todos modos, así son las cosas. Y pese a todo me siento un privilegiado y me gusta mucho lo que estoy haciendo. Sólo me gustaría no tener tanta presión y poder hacer esto en un poco más de tiempo, pero sé que si llega septiembre y la tesis no está tendrá que esperar un año más. Y eso sí que no. A partir de septiembre vendrán las correcciones y los retoques, pero en febrero o así me gustaría ya defender la tesis y cerrar capítulo. Bueno, todos los capítulos, al menos de la tesis.

Quizás lo que más me preocupa de todo es volver en septiembre al trabajo sin haber descansado, empalmando este ritmo de trabajo con el de mi vida habitual. No sé si podré. Tendré que poder, supongo. Igual volver al trabajo es un descanso (de la tesis), al fin y al cabo. Ya veré.

Hoy, por alguna extraña razón, no paran de venirme letras de canciones de Ian McCulloch a la cabeza. Cada rato me viene una diferente. La voz de Ian siempre me ha gustado mucho.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Animo. Los bajones y subidones son normales. La ventaja que tienes es que tienes una meta bien definida.

Jose

Anónimo dijo...

Gracias por los ánimos y por leer el blog. Me alegra mucho recibir comentarios. Un abrazo,

M.

Vicenç dijo...

Estás ahí dándolo todo y eso a veces pasa factura, pero tu puedes con esta tesis y veinte más.Un besazo y ánimo que ya lo tienes!!!

Anónimo dijo...

Gracias, Vicenç. Los ánimos vienen muy bien. Gracias por estar ahí.
Un abrazote!! ^_^

M.

Andra dijo...

Es genial Marcos!! Te vas a ir con la tesis acabada! Que envidia me das, a mí todavía me queda mucho, en fin. ¿Cuántos capítulos te quedan? Por que ya debes estar en la recta final vamos...

Por cierto, quería preguntaros sobre la mención de doctorado europeo, aún me lo sigo pensando... necesito consejo

Un abrazo

Ana María